Son un mismo peso, esa
multitud de fantasmas que te persiguen. Únelos, fúndelos, háblales de tú a tú,
como uno solo, porque al final es lo que son: una sola sombra, débil y
decrépita, que tú mismo arrastras al olvido. Háblale de tú a tú, es un
conocido, un antiguo amigo; un antiguo amante. Háblale tal que así:
“Eres el crepitar de
nuestra última carta ardiendo en la hoguera.
Eres las cenizas que
quedaron bajo la chimenea.
Eres la lágrima que cae
sobre el parqué,
y que ruge como un relámpago en el vacío.
Eres la última calada que di,
antes de aplastar el cáncer contra el suelo baldío.
Eres el último y ardiente
trago de whisky que bebí,
antes de arrojar la botella sin mensaje a un mar impío.
Eres la máscara
quebrada que revela a la princesa,
una enferma, que es musa y medusa.
Eres la sirena que mentía,
que engañaba desde el paraíso perdido entre sus piernas.
Eres el último baile,
la pícara sonrisa,
la mirada hechizante,
el tacto de los dedos entrelazados,
y el
fugaz y ansiado beso de despedida.
Eres la ambrosía de las
almas errantes y hambrientas;
de la mía, cuando de comerte vivía.
Eres el monstruo al
final del camino en mis sueños,
y las alas que me llevaron lejos de él; a tus
brazos.
Eres el fuego en mi más
fría noche,
la lumbre del hogar que me rechazó.
Eres la suciedad que quedó en mí,
el polvo en la cama cuando marchó tu recuerdo.
Eres el libro que leí
mil veces,
hasta perderme entre sus líneas;
hasta que perdió el significado.
Eres la nota de
recordatorio,
la que se escurrió,
y desapareció en la alcantarilla.
Eres la reminiscencia
de una llama ya extinta.
Eres otra esencia más,
pero ya no como la mía, sino distinta".
Pero ya no eres más; ya
fuiste. Fuiste todo lo último, y a pesar de la importancia de los finales, son
los principios los que me enganchan, los besos de bienvenida, la magia que
flota en el aire tras los primeros revolcones, tras las primeras miradas y las
primeras palabras, cargadas de miedo y veracidad, de riesgo y aventura, de
electricidad humana. Y todo ha pasado ya, porque ahora eres olvido, y tantas
cosas golpean mi mente, diariamente, a cada segundo, que barren los recuerdos
rotos a la nada, y allí flotan y vagan sin poder atarme de nuevo.”
Llama a ese fantasma
olvido, anulando su esencia, y ya nunca más volverá.
El poema me ha parecido realmente bueno... Me ha calado:)
ResponderEliminarMe alegro mucho, y me sorprende, ya que yo en poesía... más bien poco (muy poco) jaja. Gracias :)
ResponderEliminarNo sé si leer esto me ha ayudado o ha tocado algo que tenía enterrado y simplemente estaba esperando a salir en el momento más inesperado, pero desde luego me ha llegado. Es increíble como puede haber gente con ese don, el de hacernos sentir tanto simplemente uniendo las palabras adecuadas. Gracias por compartir ese don con el mundo
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