22 de marzo de 2016

Reseña de 'El Elefante Desaparece', de Haruki Murakami


Después de que el año pasado nos llegara la colección Hombres sin Mujeres, este marzo hemos podido disfrutar de El Elefante desaparece, antología de 17 relatos publicada originariamente en el 2005, pero que ha tardado 11 años en ver la luz en nuestro país, como siempre, de la mano de Tusquets Editores.

Haruki Murakami es ya un autor sobradamente reconocido, y parece que en los últimos años está experimentando una especie de renovada fama, pues cada vez que publica es más fácil verlo en las listas de más vendidos y no es nada complicado encontrar artículos y reseñas sobre sus obras en sitios webs especializados, en los medios y en las redes sociales. Por todo ello se ha colado entre las lecturas favoritas de este mes de marzo, apareciendo en gran cantidad de listas de páginas que recomiendan los mejores lanzamientos, rivalizando así, por ejemplo, con el Cinco Esquinas de Mario Vargas Llosa, algo envidiable.   

En esta colección, cuyo título proviene del relato que cierra el conjunto, Murakami nos hace disfrutar de nuevo de su maestría a la hora de jugar con la prosa poética que tantas alabanzas le ha valido, para sumirnos en diecisiete historias que provocarán en nosotros un sinfín de emociones. Algunas lógicas, naturales, otras caóticas, directamente imposibles. El autor juga constantemente, a través de sus personajes, que son quienes nos cuentan sus historias, con nuestra cabeza, hasta el punto de hacernos creer que lo que estamos leyendo es algo tan posible como la cotidianidad que todos vivimos y conocemos, cuando en realidad está narrándonos los más disparatados y oníricos sucesos imaginables –quizá solo escritores de su talla tengan la capacidad de hacerlo–.

Una pareja que, movida por un hambre voraz y totalmente irracional, decide atracar un McDonald’s al contar el hombre que una vez hizo lo mismo con una panadería, un enano bailarín, manipulador y oscuro que encandila a todo aquel que lo observa realizar su arte, un abogado en paro que se interna en un misterioso jardín para hallar el gato perdido al que adora su esposa, y que encuentra una conversación fuera de toda lógica. Son algunos de los ejemplos que nos dejarán descolocados. Todo ello, como de costumbre, narrado con un Japón de fondo que se nos presentará como si fuera nuestra propia ciudad, algo que ayuda enormemente a que el lector se identifique con paisajes y protagonistas, viéndolos cercanos, casi palpables.  

Quizá la unidad de este volumen se presente en el tono, en las capacidades de sus personajes para asimilar como normal aquello imposible, directamente sacado de un sueño; situaciones descabelladas y en ocasiones, hilarantes. En más de una ocasión notaremos un halo de oscuridad rodeando a las personas que viven esas historias y a los sucesos mismos, y esto tal vez pueda entenderse como una especie de metáfora que todos nosotros podemos vivir, pues al igual que esos personajes, muchas veces nos quedamos esperando algo, una aparición, un milagro, cualquier suceso que dé un giro a algún acontecimiento y que, sin embargo, parece no llegar nunca, quedando solo la tenebrosidad o la melancolía que acompañan una espera que se prolonga durante demasiado tiempo, o que nos hace encontrarnos de bruces con un final inesperado.

La lectura de cada uno de los relatos transcurre con una fluidez y una naturalidad pasmosa, pues Murakami nos ha acostumbrado con su prosa sencilla y bella al mismo tiempo a que nos sumerjamos sin darnos cuenta en sus líneas y párrafos, y con el surrealismo y los elementos oníricos que hábilmente introduce en esta obra, logrará que ese efecto se potencie. No nos enganchará una trama larga, profunda y compleja, pero sí nos hechizarán las pequeñas piezas que componen esta colección, llevándonos cada una a un mundo y una realidad distinta, cada una con sus matices, sus detalles, y todas ellas unidas por el hilo conductor que, cual portal interdimensional, nos hace posible un viaje ligero y sin dificultades.

En resumen, una obra diferente, muy amena y que ofrece distintos y variados matices que la convierten en una lectura más que interesante.  

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